2010… ya te decimos adiós, nos separamos de ti, pero no creas que te olvidamos puesto que durante tus cortos 12 meses vivimos las más bellas historias, que en vez de ser impresas en hojas que con el tiempo se perderán o desgastaran ya sea con agua o termitas, en vez de eso las dejaremos grabadas en algo más fuerte que la piedra, en nuestras memorias.

Es cierto, no todas fueron tan felices como hubiésemos querido pero por fortuna nos dejaron huellas y unas muy profundas, nuevas caídas y por lo tanto nuevos aprendizajes, nos diste la oportunidad de sacudirnos las rodillas y seguir el largo y arduo camino de la vida.

Entre tus 52 semanas desafortunadamente perdimos conocidos, gente que con el tiempo y la distancia se fue alejando de nosotros, pero conocimos personas nuevas, que por supuesto no remplazaran a las anteriores, a nadie; pero sí que se ganaron o ganaran un lugar en nuestro corazón, personas que por algún motivo tu pusiste en nuestro camino.

Estuvimos en lugares en los que nunca pensamos estar, ya sea de maravillosas vacaciones o por algún cambio en nuestras vidas, en estos lugares pasamos nuevas y fabulosas experiencias, que siendo sinceros, al recordarlos nos causan una sonrisa tonta en el rostro, nos será difícil dejarlas contigo… en el pasado, pero recuerda que jamás olvidaremos.

Nos diste una gran variedad de climas, temblé de frío cuando era primavera, pero me diste la oportunidad de hacerlo junto a la gente que quería, dándonos un abrazo caluroso… Me diste la oportunidad de limpiar las lágrimas de algún familiar, vi y lloré con gente que tenía años de no ver, platicamos como nunca y volvió a ser mi amig@.

Reí y lloré entre tus 365 días, hubo momentos en los que pensaba ya no poder más, quería rendirme pero allí estaba toda esa gente que me ama, dándome algunas palabras de aliento (siendo a veces necesarias solo dos: tú puedes) para ver el futuro con un buen optimismo.

Dude, me arrepentí, perdone, lastime, me perdonaron, ayude, me ayudaron, nos angustiamos, nos tomamos de la mano en algunos momentos de adversidad, corrimos juntos por alguna calle, pudimos decir: Wow! Aquellos tiempos, y juntos continuamos.

Te agradezco que entre tus 8,760 horas me hayas permitido pasarlas, por más malas o buenas que estas hayan sido, este 31 de diciembre te termino bien, con una sonrisa y la frente en alto, con un abrazo de íntimos recordándote que jamás te olvidare.

No me despido de ti con tristeza, si derramo una lágrima creeme que no será por depresión, porque llega un nuevo año, llegan otros 525,600 minutos para sonreír y conocer más gente y experiencias, te recibo a ti 2011 con mucha felicidad, deseando que mis lectores pasen contigo los mejores momentos…

Autora: @SuMontalvo

¡FELIZ AÑO NUEVO!